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Notas de opinión

PACS libres

Hace años que pienso que la atención puesta en el software libre, a parte del interés específico de este, ha tenido el efecto indeseable de desviar la atención sobre el asunto realmente importante: la disponibilidad de contenido libre y de calidad en la red de todos. Y en este sentido lamento la excesiva energía que el software libre se lleva de mucho profesorado activo, que quizás se concentra excesivamente en la herramienta y su promoción y deja en segundo plano el hecho de que el aprendizaje del alumno se sustenta en un entramado complejo de contenidos, orientaciones y apoyos que van mucho más allá de que el sistema operativo o las aplicaciones que usa sean libres o no lo sean.

Mientras tanto los libros de texto han ido creciendo en número, peso y volumen, repletos de detalles irrelevantes, llegando a "la exuberancia irracional" que Alan Greenspan, el anterior presidente de la FED, aplicaba a los mercados. Sí, pienso que la palabra irracionales aplicada a los enormes libros de texto actuales es en realidad apropiada, aunque obviamente esta calificación carece de los matices necesarios. No es que el contenido de los libros contienen esté mal ni que no estén bien hechos, sino que son irracionales por excesivos, y por éste y otros motivos no son demasiado apreciados por el alumnado. He leído hace poco que en algunos países se manifiesta la tendencia a adoptar libros de texto concisos y breves, centrados sólo en las ideas esenciales y en orientaciones. Posiblemente se hayan dado cuenta que el foco hoy en día es la red y está en la red. Pero no sigo con el tema "libro" y vuelvo al tema "libre".

Yo aplico, quizás demasiado simplistamente, el concepto "libre" a lo que llega por Internet de manera solicitada, sin tener que asumir directamente el coste de utilizarlo, sea software, sea contenido, sea interacción. Por descontado que no hay nada gratis, aunque sea de acceso libre. Por esto, disponer de un miniprocesador de textos o de una calculadora o de la enciclopedia Britannica o de un servicio de consultoría o de un directorio personal o de unidades didácticas en un portal educativo (como el edu365.cat que cualquier estudiante en Catalunya puede usar desde cualquier ordenador conectado a Internet), se merece realmente el calificativo de "libre". Y un matiz, importante, es que la posibilidad de emplear este conglomerado de "programas-aplicaciones- contenidos-servicios" (esto es lo que llamo PACS) sin coste es igualitaria en sí misma. La accesibilidad a los PACS y las destrezas y motivaciones para usarlos son otro asunto.

Pienso pues que la línea a seguir es trabajar para la total disponibilidad de un conjunto amplio y consistente de PACS educativos libres, en las condiciones económicas más favorables para el usuario y razonables para los que las producen, mantienen y hacen que estén disponibles. Entiendo que garantizar su existencia y disponibilidad corresponde, especialmente en un país con una educación tan intervenida por la administración como el nuestro, a las administraciones educativas, y de hecho así ha sido y se está haciendo en muchos sitios.

Quizás ahora que estamos más cerca del 2010 que del 2000, de la banda ancha que de la RDSI, de los projectores en las aulas que de las aulas de informática, sería beneficioso explorar nuevas fórmulas en cuanto a escala, financiación y dinamización para garantizar que se dispone, de todos los "PACS educativos libres" que puedan ser necesarios. Porque el tema de fondo es como nos dotamos de los recursos apropiados para encarar la evolución del aprendizaje y de la enseñanza en una sociedad donde la información es cada vez menos propietaria (y no tiene mucho sentido pagar por ella), mientras que la expertez, la creatividad y la capacidad de aplicar el conocimiento si que lo son.

 

Ferran Ruiz Tarragó
frtarrago@gmail.com

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