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Notas de opinión

California se pasa al libro de texto digital (comenzará a hacerlo)

El titular "Arnie terminates textbooks" encabeza la web de educación del diario The Guardian de hoy (9 de junio de 2009). La noticia hace referencia a que el gobernador del estado de California (que tiene fama de ser bastante expeditivo) está dispuesto a reducir de todas las maneras posibles el déficit presupuestario de su estado, que es de más de 24 mil millones de dólares. Como señala el inicio de este artículo (lo traduzco aproximadamente) "En la primera película Terminator intentaba extinguir toda la vida humana. Ahora, el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, quiere hacer historia de los libros de texto en favor de los formatos digitales."

El artículo original de The Guardian trata de la sustitución de los libros por ebooks, cuyas características aun están pendientes de precisar. El proceso se iniciará en agosto de 2010, fecha en que los libros de texto de matemáticas y de ciencias de los alumnos de high school serán reemplazados por materiales digitales, los cuales deberán pasar una revisión de su nivel académico, cosa que parece una buena idea, junto a la de procurar avanzar por pasos ya que de momento se empieza por ciencias y matemáticas.

El diario californiano Los Angeles Times del 5 de junio recoge el discurso presupuestario del antiguo "Terminator", en el que entre otras cosas señala que la crisis se ha de aprovechar para hacer más eficiente el gobierno y para encontrar fórmulas innovadoras "de alargar" el dinero de los impuestos ("to find innovative ways to stretch the taxpayer dollar"). La medida pretende reducir, de una manera aun poco definida, la partida de 350 millones de dólares que el estado de California gasta anualmente en libros de texto. Literalmente dice: "Now, we expect the first science and math books to be digital by this fall. If we expand this to more textbooks, schools could save hundreds of millions of dollars a year, and that’s hundreds of millions of dollars that could be used to hire more teachers and to reduce class sizes." Aunque la motivación económica es preponderante, el gobernador Schwarzenegger también argumenta que los materiales digitales se pueden actualizar con facilidad y que conviene desarrollar las destrezas digitales del alumnado.

Según BBC News (Online push in California schools) el gobernador cree que las actividades que se llevan a cabo en Internet mediante servicios como Facebook y Twitter y las descargas a iPods demuestran que los jóvenes son los primeros en adoptar las nuevas tecnologías en línea, y que por esto Internet es también la mejor manera de aprender en las aulas ("show that young people are the first to adopt new online technologies, and so the internet is also the best way to learn in classrooms.")

La idea que los libros de texto en papel han sido "terminados" por Arnold Schwarzenegger provoca comentarios sarcásticos en los medios, incluido el flemático (al menos en teoría) The Times. Según la edición digital de este diario "the bodybuilding state governor" declaró que los libros de texto són "outdated" y demasiado caros, mientras anunciaba esta medida aguantando cuatro gruesos libros de texto y diciendo "I can use these for the (bicep) curls."

Poco se habla por el momento de las dificultades técnicas, logísticas y pedagógicas, aunque los comentarios de los diarios y de los medios informativos que he citado se están llenando rápidamente de puntos de vista amplios y contrastados, de lectura recomendable. El citado The Guardian publica un artículo crítico al mismo lado de la notícia y otro que argumenta que los ebook no són la opción más "verde".

Hay otras evidencias nacionales e internacionales de que este tema ahora mismo está muy vivo. Una de éstas es que un distrito escolar de Connecticut reemplaza los libros de texto de matemáticas (álgebra) de secundaria superior por materiales digitales más orientados a proporcionar profundidad que extensión (quien esté interesado puede leer la noticia en el The New York Times de ayer, 8 de junio, "Connecticut District Tosses Algebra Textbooks and Goes Online"). Las iniciativas que respecto a los "libros de texto digitales" hay en Catalunya -y seguramente en muchos otros lugares- hacen esperar y desear que de todo esto se irá hablando bastante.

Ferran Ruiz Tarragó
http://www.xtec.cat/~fruiz/

La ley de educación de Catalunya y las TIC: el dictamen

A principios de febrero publiqué el post "La ley de educación de Catalunya y las TIC" justo después de comparecer ante la Comisión de Educación y Universidades del Parlamento de Catalunya que estudiaba el Proyecto de ley de educación de Catalunya (LEC). En aquella ocasión propuse que la LEC recogiera algo tan sencillo y tan importante como el derecho de los alumnos a utilizar a lo largo de sus años de aprendizaje escolar las herramientas digitales propias del tiempo en que viven y que el día a día de la evaluación cambiara, incorporando cosas como la investigación, el trabajo en equipo y la presentación y la aplicación del conocimiento, ámbitos que extraen lo mejor del potencial educativo de las TIC.

También pedí entonces que no se ignorara todo lo referente a las condiciones ambientales y materiales en que se desarrollan las actividades de enseñanza-aprendizaje en los centros educativos. Y, entre otras cosas, también propuse la creación de un Instituto de Liderazgo Educativo, porque si de una cosa se sabe poco en nuestro sistema educativo es de gestionar el cambio. Este quizás sea el déficit más grande de todos los que históricamente arrastramos tanto en la educación pública (que prácticamente nunca ha contado con un sistema eficaz de dirección, en aplicación de aquel extraño principio administrativo que establece que las cosas funcionan solas) como la privada (a menudo conservadora hasta extremos tanto o más estaticistas que la pública). Es preciso aprender a sistematizar de manera práctica la forma de plantear y hacer efectivos cambios substanciales con vocación transformadora, cambios polarizados en el trato personalizado, la mejora de los aprendizajes y la implicación de los alumnos. Aquel post acababa expresando el deseo que mis opiniones y propuestas fueran útiles, siempre desde mi punto de vista particular sobre ciertas cosas que en el ámbito educativo convienen a nuestro país.

Han pasado unos meses, el trabajo de la Comisión ha seguido su curso y el resultado es el Dictamen que hace apenas unos días ha publicado el Boletín Oficial del Parlamento de Catalunya (12 de mayo). A pesar de que la LEC todavía no ha sido aprobada por el pleno de Parlamento y que nunca se puede descartar que haya sorpresas, no son pocos los medios de comunicación que recogen declaraciones políticas en el sentido de que una amplia mayoría parlamentaria apoya el texto actual. Con estos antecedentes, no parece prematuro comentar y resaltar algunos puntos del articulado (a los que creo haber contribuido de alguna manera) que no estaban incluidos en el proyecto inicial.

Lo primero que voy a destacar es el artículo 89, "Servicios digitales y telemáticos a disposición de los centros". Este artículo, estructurado en cuatro apartados, establece una serie de cosas importantes. Dice lo siguiente:

1. El Departamento [en referencia al competente en materia educativa] tiene que facilitar a los centros educativos el acceso a un conjunto de servicios digitales y telemáticos orientados a mejorar el desarrollo de la actividad educativa. Los centros deben poner estos servicios, en la medida que corresponda, a disposición del profesorado, los alumnos y las familias.
2. Los servicios digitales y telemáticos a que hace referencia el apartado 1 tienen que poner a disposición de los centros aplicaciones didácticas y contenidos educativos de calidad, servicios de dossier personal de aprendizaje y de registro académico personal individual y otras aplicaciones y servicios digitales orientados a potenciar la excelencia de los aprendizajes y a facilitar el funcionamiento de los centros.
3. El dossier personal de aprendizaje almacena en apoyo digital y hace accesibles, de acuerdo con lo que el Departamento establezca por reglamento, los documentos y los objetos digitales que resultan de la producción intelectual de cada alumno o alumna durante el proceso de aprendizaje, desde el último ciclo de la educación primaria hasta las enseñanzas post-obligatorias. El contenido del dossier puede servir de evidencia en el proceso de evaluación.
4. El registro académico personal individual contiene en soporte digital, de acuerdo con el que el Departamento establezca por reglamento, los datos académicos personales de los alumnos que los centros consideren pertinentes y los que sean necesarios para cumplir la normativa sobre aspectos formales de la evaluación de los alumnos.

Recogiendo una "tradición" que se inició muchos años atrás (en el 1988, en los tiempos del PIE - quien esté interesado en la historia puede clicar aquí para ver un amplio estudio de la UOC, en catalán), este artículo establece claramente que la actividad educativa no puede ser ajena al uso pedagógico de servicios digitales y telemáticos, y que de cara al futuro al menos se tendrá que contar con tres piezas fundamentales: a) aplicaciones didácticas y contenidos educativos, b) "dossieres personales de aprendizaje" (otro nombre para los portafolios digitales o e-portfolios), y c) registro académico personal individual.

A pesar de no puedo extenderme con el detalle que desearía aprovecho la ocasión para manifestar que lo que se dice es realmente importante, cosa que espero que no tarde demasiado en hacerse patente. El dossier personal de aprendizaje puede proporcionar al alumnado un sentido mucho más acentuado de que su aprendizaje le pertenece (por el hecho de facilitar que reaproveche su propio trabajo, cosa rara en educación, donde el alumno casi siempre tiene que volver a empezar de nuevo, "from scratch") y abre la puerta a formas de evaluación basadas en la evidencia de su trabajo y de su capacidad de explicarlo. Particularmente me convence la propuesta de dossier personal de aprendizaje para alumnos de quinto de primaria y más adelante. No es que los alumnos de infantil y de los dos primeros ciclos de primaria no tengan que usar los ordenadores, ni mucho menos. Pero implícitament el artículo transmite la idea que el uso sistemático de las TIC por parte del alumno en su aprendizaje se tiene que potenciar a partir de una edad en la que la manualidad, la grafía y la manipulación física estén plenamente consolidadas.

Y, por lo que respecta al registro académico personal individual, si se despliega con ambición pedagògica y de una manera no burocrática (este es el gran peligro que es preciso evitar), puede proporcionar un fundamento sólido a los esfuerzos de implantación del aprendizaje personalizado. Lo que actualmente es posible hacer en el ámbito de la personalización del aprendizaje está muy limitado por el hecho que generalmente los centros educativos no disponen de datos amplios y bien construidos sobre cada alumno y sus aprendizajes (quien esté interesado en dar un vistazo a este concepto puede consultar el post "El aprendizaje personalizado"). Pienso que el potencial del artículo 89 de la LEC para avanzar hacia la implementación efectiva de una enseñanza centrada en el alumno es verdaderamente grande. Hará falta desplegarlo con inteligencia y sensibilidad, haciendo un esfuerzo por no caer en las rutinas de la concepción gestionària de la pedagogía tan al uso.

Ítem más. No puedo evitar decir que me siento particularmente satisfecho de haber propuesto la incorporación al Proyecto de ley de una sólida referencia a los espacios y los entornos de aprendizaje de los centros educativos. El trabajo de la Comisión ha producido un nuevo artículo (el 87), que establece el siguiente:

La estructura y la organización de los centros tienen que definir entornos de aprendizaje que permitan el trabajo en red y las diversas formas de transmisión de conocimiento a los grupos clase, y también las actividades individuales de trabajo y estudio. Con esta finalidad, los proyectos constructivos de centros educativos tienen que definir espacios, instalaciones y equipamientos que maximizen la sostenibilidad, reduzcan el impacto ambiental y permitan integrar las tecnologías digitales, y tienen que configurar entornos de enseñanza y aprendizaje funcionales y ergonomicos que estimulen la vinculación de los alumnos con el proceso de aprendizaje.

En diversos lugares (Por una transformación del diseño escolar y, sobre todo, en La nueva educación), he argumentado que la estructura física y el equipamiento de los centros educativos, especialmente en el nivel de secundaria, induce a la pasividad del alumnado y no crea vínculos emocionales positivos con el aprendizaje; más bien los crea en sentido negativo. No me extiendo en esto ahora y me limito a decir que con este artículo la LEC se dota de un potencial transformador de gran envergadura, que también hará falta querer y saber aprovechar; evidentemente la apertura a nuevos planteamientos puede suscitar reacciones de los partidarios del estatus quo actual, del diseño escolar tradicional polarizado en la transmisión y el control (y que tan mediocres resultados está dando en términos generales). En este punto la LEC es genuinamente progresista, abriendo el camino hacia diseños que faciliten el aprendizaje cooperativo y el trabajo individual. Al fin y al cabo, ¿no tendría que ser posible, con toda naturalidad, hacer trabajos en equipo y estudiar en la misma escuela?

Hay más cosas por comentar (por ejemplo, el liderazgo, la prospectiva educativa, la formación del profesorado o la innovación), pero será mejor dejarlas por otro día. Soy consciente que esta ley será valorada sobre todo por el tratamiento de asuntos como la dualidad educación pública-educación concertada, los cuerpos docentes y el estatuto del profesorado, la articulación entre mecanismos de gestión territorial, la gratuidad de las enseñanzas post-obligatorias o el compromiso de llegar en 8 años a un gasto del 6% del PIB en educación. Sin embargo, estos aspectos, todos de innegable importancia, no dejan en cierta manera de ser temas que ya hace tiempo que tendrían que haber sido superados pues se refieren a la administración y el control de la educación y se hallan bastante alejados de las interacciones pedagogicas que caracterizan el día a día del binomio alumnado-profesorado.

Por eso es por lo que insisto una vez más (y con ello acabo) que estoy muy satisfecho por los dos artículos que he comentado. Me gustaría que adquirieran la relevancia que realmente se merecen porque, a mi entender, son de los pocos artículos "orientados al alumno" (y también al profesorado, puesto que estos dos estamentos son, se reconozca o no, simbióticos). Por eso es por lo que el esfuerzo valía la pena y, desde mi particular punto de vista, doy las gracias y la enhorabuena a la Comisión que ha elaborado el dictamen.

Ferran Ruiz Tarragó
http://www.xtec.cat/~fruiz/

Scratch y Crickets

 

Scratch es un entorno de programación surgido de un proyecto del famoso Media Lab del Massachusetts Institute of Technology que tiene por objeto que los más pequeños empleen el ordenador para crear historias animadas, arte interactivo y música, que implementen sus propios juegos y que compartan sus creaciones con las de otros niños y niñas a través de la web. Con Scratch aprenden importantes conceptos algorítmicos mientras programan movimientos, transforman imágenes, mezclan clips de sonido e integran diversos tipos de sensores.

La decisión de poner recursos para desarrollar este proyecto responde a la idea de que el éxito de las personas (en cuanto que protagonistas de sus vidas y de la actividad de las empresas, de las comunidades y de los países) depende mucho más de sus capacidades creativas que no del volumen de conocimientos que acumulan (en un post anterior, citando F. Kupferberg, decía que "creativity is more important than competence"). Parece que esto también lo piensa Mitch Resnick, líder del proyecto Scratch, que cree fundamental ayudar a los niños y adolescentes a diseñar, a inventar y a expresarse creativamente, ayudando a construir una "sociedad creativa".

Hace un par de años tuve la satisfacción de participar en una presentación de Scratch en la Northeastern University realizada por el propio Resnick a un pequeño
grupo de miembros de la IFIP. Sin embargo pocas veces había vuelto a pensar en este tema hasta que hace unos días el Servicio de Tecnologías para el Aprendizaje y el Conocimiento del Departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya organizó una sesión de presentación. Creo que estaría muy bien potenciar esta herramienta y su metodología de trabajo, de forma que ambas fueran más conocidas, y que los clubes de programación Scratch se extendieran por los centros educativos y los centros lúdicos, y se formaran redes colaborativas de proyectos como las que ya hay en muchos países. Precisamente mañana (16 de mayo) se celebra el día mundial de Scratch. El Citilab de Cornellà celebra el Scratch Day con una serie de talleres para niños y niñas y la Escuela Pía de Granollers organiza un taller para padres y madres. Con estas iniciativas un puñado de niños y niñas (y también otros más mayores) disfrutará mucho jugando con Scratch. De cara el año próximo estaría muy bien que la actividad de estos pioneros lograra un alcance mucho mayor.

Otra herramienta para estimular la creatividad asociada a un proyecto del MIT Media Lab (Lifelong Kindergarten es el bonito nombre del grupo responsable, también asociado a la "factoría Resnick") es Crickets. Los Crickets son pequeños dispositivos programables que pueden hacer que ciertos objetos se muevan, giren, se enciendan y toquen música. A un Cricket se le pueden conectar luces, sensores y motores y es sencillo escribir programas informáticos para gobernar sus acciones. Los Crickets son verdaderos ordenadores que niñas y niños pueden usar para crear esculturas musicales, muñecos que bailan, objetos interactivos y de otros inventos artísticos, desarrollando un proceso creativo en el que adquieren importantes ideas del ámbito matemático, de las ciencias y de la ingeniería.

Crickets es el resultado de más de una década de investigación educativa financiada por la National Science Foundation (NSF) de los Estados Unidos. En cuanto a concepto y finalidades tiene parecidos con el kit LEGO MindStorms, diseñado especialmente para hacer robots. Crickets, sin embargo, está diseñado para hacer creaciones artísticas interactivas y programables y se considera que tiene un amplio potencial para acercar las niñas a los temas tecnológicos de los cuales demasiado a menudo están excluidas.

Debidamente promocionada y soportada, la pareja Scratch-Crickets podría dar lugar a una reconceptualización de la aproximación escolar y lúdica a las TIC (lejana heredera del espíritu Logo), estimuladora de la creatividad, de la colaboración y del sentido de pertenencia y proyección del propio aprendizaje. Incluso, lo digo medio en broma pero también medio en serio, podría servir para dar un poco más de sustancia al uso educativo de los recientemente prometidos "ordenadores para el alumnado de quinto de primaria" ...

Salud.

Ferran Ruiz Tarragó

http://www.xtec.cat/~fruiz/

 

¿Internet en los exámenes?

La sección de educación del diario The Guardian (edición de hoy, 11 de mayo de 2009) enlaza una notícia del Technology Blog de este mismo diario que hace referencia a un posible plan piloto danés de incorporación del uso de Internet en los exámenes por parte de los alumnos de secundaria superior.

Si la realización de esta experiencia se llegara a confirmar (el corresponsal señala que algunos medios de comunicación de Dinamarca hablan de este asunto pero que las autoridades educativas aún no se han pronunciado al respecto), representaría un paso muy importante hacia la puesta en escena en la enseñanza reglada de sistemas de evaluación basados en lo que chicas y chicos saben hacer, aplicar y explicar ayudandose con la tecnología y las herramientas de trabajo intelectual propias de los tiempos en que vivimos.

Mientras esperamos más notícias (no se puede descartar que este proyecto sea prematuro o incluso un bluff), para tener visiones de primera mano sería interesante recibir aportaciones de internautas relacionados con personas informadas de aquel país.

Ferran Ruiz Tarragó
http://www.xtec.cat/~fruiz/

La ley de educación de Catalunya y las TIC

El dia 30 de enero tuve el placer de comparecer delante de la Comisión de Educación y Universidades del Parlament de Catalunya que estudia el Proyecto de ley de educación. Lo hice convocado como "experto en tecnologías de la información y de la comunicación" a propuesta del grupo parlamentario de CiU y con la aprobación unánime de todos los grupos parlamentarios. Esta comparecencia constituyó una experiencia nueva para mi y muy interesante, pero un poco deslucida por el ritmo de trabajo, a mi entender excesivamente rápido, al que deben ajustarse los comparecientes y los propios parlamentarios. En todo caso agradezco mucho haber tenido la posibilidad, como particular, de expresar mis opiniones.

Dado que el Proyecto habla muy poco de las TIC y de todo el conjunto de temas pedagógicos y organizativos que tenen relación con las mismas, mi exposición no consistió en justificar propuestas de enmiendas, sino que se centró en asuntos que por el momento no se contemplan. No me estoy refiriendo a cosas técnicas o de detalle, sino a temas que me parecen sustanciales y que tienen implicaciones de considerable envergadura. Una de las que propuse es que la ley contemple algo tan simple como el derecho de los alumnos a utilizar, a lo largo de sus años de aprendizaje escolar, las herramientas digitales propias del tiempo en que viven y a ser evaluados de manera correspondiente. El uso de estas herramientas también debe ser un derecho de los profesores y el conocimiento de las mismas y de sus implicaciones educativas debiera exigirse como requisito para el ingreso en la profesión. También propuse que se incluya el derecho de los alumnos a participar progresivamente en la gestión de su propio aprendizaje, superando la situación actual de que todo está mandado o impuesto, lo que genera indiferencia, falta de compromiso educativo e incluso abierto rechazo a todo lo que huela a escuela y cultura.

También sugerí que no se ignorara, tal como ocurre en el Proyecto actual, todo lo que hace referencia a las condiciones físicas, materiales, ambientales y ergonómicas de los espacios y entornos en los que se llevan a cabo las actividades de enseñanza y aprendizaje. Caso contrario parece darse por permanentemente válida la situación actual, la cual demasiado a menudo se caracteriza por unas aulas, unas instalaciones y unos medios que suscitan muy pocos vínculos intelectuales y emocionales con el aprendizaje, y que a su vez no facilitan nuevas formas de trabajo ni de coordinación. En relación con esto, las autoridades de los centros educativos y las comunidades locales deberían tener el derecho de ser escuchadas en todos los proyectos de edificios e instalaciones escolares.

Asimismo propuse la creación de un Instituto de Liderazgo Educativo (pidiendo de antemano que no se confundiera con un programa de cursos para directores). Esto me parece crucial pues si de algo se sabe poco (¡muy poco!) en nuestro sistema educativo es de gestión del cambio, y si se quiere mejorar hay que aprender a cambiar y esto requiere liderazgo individual y distribuido.

Estas consideraciones y unas cuantas más están argumentadas en un documento que entregúe a la Comisión parlamentaria. Espero que alguna sirva de algo.

Ferran Ruiz Tarragó
frtarrago@gmail.com
http://www.xtec.cat/~fruiz/

PD. El Parlament de Catalunya publica las transcripciones de las sesiones en su web (sección "documents", apartado "transcripcions"). También proporciona las grabaciones en vídeo. El documento completo de mis consideraciones y propuestas, redactado en lengua catalana, puede descargarse aquí.

Peligrosamente irrelevante (y 2)

 

Continuamos este post en dos partes con unas cuantas frases seleccionadas de un libro de una gran autoridad internacional de management [para contextualizar no todas las traducciones del inglés son literales pero se mantiene el sentido original]. Antes aviso que no las escribió ningún individuo "antisistema". Muy al contrario, son de una persona profundamente comprometida con la mejora del sistema económico y de relaciones laborales, una persona que con hechos contribuyó a que cosas importantes como la ocupación y la satisfacción en el trabajo de millones de personas funcionaran lo mejor posible. He aquí:

  • "Ni el nivel de destreza de los trabajadores ni su dedicación pueden superar las disfunciones fundamentales del sistema".
  • "El rendimiento del trabajador está determinado en gran medida por el sistema en que trabaja, del cual es responsable la dirección".
  • "Para mejorar los resultados se tiene que incidir en el sistema que los produce. Sin embargo, la mayoría de los esfuerzos de mejora se dirigen a los trabajadores".
  • "Para conseguir mejores resultados se tiene que cambiar el proceso de producción y los mánagers tienen que proporcionar los métodos y los medios para hacerlo".
  • "Si un negocio no está bien montado, el buen trabajador no puede hacer nada y si quiere cambiar las cosas por su cuenta puede empeorarlas y hacerse la vida muy difícil".
  • "La calidad de la producción de una empresa nunca será mejor que la calidad producida arriba de todo (de la jerarquía)".
  • "Un proceso puede ser estable y controlado y producir un 100% de productos defectuosos".
  • "Los eslóganes sólo consiguen frustrar a los trabajadores, empeorando su actitud".
  • "Ningún número de éxitos a corto plazo garantiza el éxito a largo plazo".
  • "Todo sistema tiene que incluir el futuro".
  • "Para gestionar las personas se tiene que conocer el efecto del sistema sobre su rendimiento".
  • "La calidad se consigue cuando las personas están automotivadas".
  • "Los objetivos numéricos no consiguen nada ... el esfuerzo se tiene que hacer en el método".
  • "Comprender un sistema es ser capaz de predecir las consecuencias de los cambios que se proponen".

Estas citas provienen del libro "The New Economics. For Industry, Government, Education" escrito por el norteamericano William Edwards Deming, investigador y experto en gestión empresarial de formación físico-matemática a quien en gran medida se atribuye el éxito económico del Japón después de la segunda guerra mundial. Esta obra póstuma fue publicada poco antes de su muerte el mes de diciembre de 1993, ahora hace quince años. Simplificándo mucho, los métodos y criterios de Deming, aplicados con devoción por una parte substancial del empresariado industrial japonés, se basan en: a) la imperiosa necesidad de disponer de una visión sistèmica de las organizaciones y de su entorno; b) el énfasis en la cooperación entre los trabajadores para innovar y obtener resultados de alta calidad en lugar de fiarse de las inspecciones y de los controles a posteriori; y c) atribuir a los altos directivos la responsabilidad fundamental sobre los resultados del trabajo. El mundo económico era obviamente el núcleo de los planteamientos de Deming pero es digno de mención que formuló estas reflexiones pensando también en los ámbitos del gobierno, de la educación y de la sanidad. Por esto las he traído a este post sobre la relevancia de determinadas aproximaciones a los problemas de la educación.

La responsabilidad de quien toma las grandes decisiones y de quienes las desarrollan era un asunto capital en el pensamiento de Deming. Ubicado en el contexto norteamericano, Deming era muy crítico con los modelos imperantes de gestión y con la prepotencia y la vanidad de muchos directivos, a los que hacía responsables del declive industrial de los Estados Unidos ante las empresas japonesas y de la severa crisis económica que conduciría a G.H.W. Bush a perder la reelección ante Bill Clinton el 1992 (it’s the economy, stupid!) después de 12 años de reaganomics, déficits disparados y una economía en recesión (como ahora, pero entonces no tan grave). Para Deming una componente esencial de esta enorme problemática era el aislamiento de los líderes y directivos en sus propios saberes, fórmulas e intereses, negándose a renovar la visión del mundo inducida por el filtro corporativo, a abrirse a nuevas perspectivas y mirar las cosas de manera realmente sistémica. La actualidad de esta visión me parece incuestionable: la crisis económica y social de base industrial y financiera (y en el fondo también educativa), gestada durante años, da especial autoridad y relevancia a sus palabras.

Cómo si fueran las dos caras de la misma moneda, la crítica de Deming a los sistemas de gestión es inseparable de la denuncia de los defectos y déficits de los directivos. El ataque es frontal desde la primera línea del prefacio de "The New Economics ..." que empieza así: "Este libro es para la gente que vive bajo la tiranía del estilo predominante de gestión (prevailing style of management). Las pérdidas grandes y de largo alcance causadas por este estilo de gestión nos han conducido al declive. El estilo actual de gestión ... es una prisión creada por la manera como la gente interacciona. Esta interacción inflige todos los aspectos de nuestras vidas -el gobierno, la industria, la educación, la sanidad-".

Deming decía que cualquier directivo (de buena fe) cree que lo está haciendo lo mejor posible y que este es precisamente el problema, que forme parte del sistema establecido de gestión. "Su mejor saber hacer" está implantado, está incrustado (embedded) en el sistema actual de gestión, el cual condiciona su pensamiento y su acción y hace que opere en el marco de los sobreentendidos y de los lugares comunes de su sector. Literalmente decía que "el trabajo duro y los mejores esfuerzos (de los directivos), si no están guiados por nuevo conocimiento (que provenga del exterior), sólo harán más profundo el agujero en que nos encontramos". Encarar a fondo esta cuestión es esencial para el éxito a largo plazo de cualquier organización en unos tiempos en los que los cambios del entorno son imprevisibles e incontrolables.

Soy del parecer que todo lo anterior es en gran medida aplicable al mundo educativo, desde los parlamentarios que aprueban las leyes hasta los cuadros de gestión administrativa y docente y los creadores de opinión. En mi libro "La nueva educación" (LID Editorial Empresarial, 2007) decía que los adultos que rigen el sistema educativo tendrían que hacer abstracción del hecho que este sistema fue bueno para ellos y se tendrían que preguntar como ha cambiado el mundo y hasta qué punto la actual organización escolar lleva en sí misma el germen del desinterés, de las bajas expectativas personales respecto de la educación formal que tan a menudo llevan al abandono. Pienso que, instalados en sus saberes y posiciones, no se hicieron esta pregunta o que la hicieron de manera endogámica y poco sistémica. El hecho incontrovertible es que las "grandes" leyes educativas españolas de la democracia (LOGSE, LOCE, LOE) establecieron muchos y seguramente magníficos objetivos, pero, como diría Deming, ni por casualidad proveyeron de medios y métodos viables para atender la diversidad del alumnado (digo diversidad consciente de emplear una terminología que se ha quedado anticuada). Ignoraron que la heterogeneidad de bagajes culturales, cognitivos, afectivos, sociales, psicológicos e incluso sanitarios de los alumnos sería la norma en lugar de la excepción. No previeron sistemas de gestión y liderazgo capaces de hacerse cargo de las nuevas realidades y rehacer de manera apropiada los procesos pedagógicos (siempre he pensado que la LOGSE tenía muchos aspectos positivos pero que en cambio presentaba un encefalograma plano en términos de liderazgo, organización y gestión). No reconocieron que el aprendizaje es altamente individual, que no se produce en masa, que la motivación viene de dentro y no se impone mediante llamamientos a la autoridad. Pensando en términos tradicionales de grupos, aulas, materias, horas lectivas y certificados (y de intereses corporativos) no entendieron que en los tiempos actuales cada alumno necesita un programa de aprendizaje a medida (lo que no significa individual ni mucho menos solitario) en el cual él mismo tiene que poder tener un papel propio y activo, y que esto requiere articular nuevos conceptos y nuevos diálogos. No pensaron que alguien se tiene que hacer responsable de conducir el aprendizaje de cada alumno individualmente considerado. Instalados en sus saberes, entornos, ideologías e intereses, los altos directivos del sistema educativo han preferido tradicionalmente dar consignas y establecer largas listas de objetivos (haciendo responsables a los trabajadores de su logro) en lugar de establecer métodos y dar herramientas para transformar los procesos y las organizaciones.

Acabo este post en dos partes diciendo que me sabe mal transmitir una mirada tan ácida del sistema educativo (es decir, de nuestra sociedad y de mí mismo en cuanto que ciudadano y profesional), pero el mundo lo cambian los disconformes (aunque a veces lo empeoren). La educación es un problema global y los problemas globales son endemoniadamente complejos. Nadie tiene la solución en sus manos y mucho menos la tiene el que escribe estas líneas, que ni siquiera consigue tener su despacho ordenado. Sin embargo quiero poner de manifiesto que las buenas intenciones de mejora de la educación difícilmente se podrán concretar ni mucho menos materializar en los marcos vigentes (1). Quiero decir que no basta con que muchos profesores esforzados y motivados (y con espíritu de sacrificio e incluso capacidad de sufrimiento) intenten hacerlo lo mejor posible dentro de un marco que día a día se hace más obsoleto. No sirve de demasiado cargar las tintas sobre la formación del profesorado, el currículo por competencias, la excelencia, la cultura del esfuerzo y el regreso a la autoridad perdida (¿cuál sería el método?) si se hace al precio de evitar discutir lo que realmente importa, que a mi entender no es sino definir en toda su amplitud el objetivo de mejora de la educación, basándolo en las personas y no en términos numéricos, y repensar el sistema renovando los métodos de gestión a todos los niveles. Creo que este tipo de planteamientos podrían aumentar la relevancia del debate educativo, "cargándolo de futuro". No en vano, como también decía Deming, el propósito de la escuela tiene que ser preparar los estudiantes para el futuro, no para el pasado. Esto es lo realmente relevante.

Ferran Ruiz Tarragó
frtarrago@gmail.com

(1) Que ésto lo piensan personas mucho más autorizadas que yo hay muestras muy ilustrativas.
Véase, por ejemplo: Changing Education (2007), editado por Hershock, Mason, Hawkins. Springer-The University of Hong Kong.

Peligrosamente irrelevante (1)

Los cambios sociales y tecnológicos parecen tener lugar a un ritmo más rápido del que las instituciones, los conceptos y las emociones pueden dar abasto. Cuesta entender sus implicaciones, modificar las ideas, transformar las estructuras, alterar las rutinas o redefinir las prácticas. El resultado, como dice Gwynne Dyer, es que continuamente "se pretende acomodar las nuevas realidades en las inapropiadas instituciones existentes y se intenta pensar sobre estas nuevas realidades en términos tradicionales y a veces peligrosamente irrelevantes". En mi opinión estas consideraciones son aplicables a la educación y también al debate público que sobre el sistema educativo tiene lugar en varios círculos (profesionales, sociales y políticos) y que los medios de comunicación recogen de manera creciente.

Un ejemplo de esto es que, siendo cada vez más amplias las capas de alumnado que encajan poco en el sistema y que encaran su propia educación de manera pasiva y carente de interés, hay intelectuales y medios que se dedican a martillear con eslóganes como el llamamiento a "la cultura del esfuerzo", como si fueran el meollo del problema educativo. No quiero decir que los estudiantes no deban esforzarse, sino que esta bienintencionada invocación y otras semejantes parecen del todo irrelevantes en la práctica. No tienen ninguna fuerza para cambiar nada puesto que no concretan en qué consiste esta cultura ni menos todavía como conseguirla y generalizarla. Normalmente ni tan sólo se pone en cuestión si todo lo que ofrece o exige el sistema educativo merece realmente la pena, o hasta qué punto la manera de hacer las cosas lleva en sí misam el gérmen de la desmotivación. Otros ejemplos de eslóganes corrientes son "la recuperación de la autoridad del profesorado" o "el aumento del prestigio social del profesorado". En estos debates también se nos informa (está bien saberlo, pero, ¿nos sirve de referencia?) de que en lugares como Corea, Hong Kong y Finlandia sólo puede acceder a los estudios universitarios de magisterio una pequeña fracción de los estudiantes con los mejores expedientes, cosa que hace posible que los profesores sean "seleccionados entre los mejores" y además se nos dice que es vital que en todo momento los profesores "estén bien formados" (sólo plantear las cosas así ya se induce al descrédito - ¿de qué otra profesión se pueden decir cosas semejantes de manera impune?). Sin precisar a fondo el significado de objetivos o conceptos llenos de ambigüedad ni proponer métodos para lograrlos, los buenos propósitos devienen irrelevantes, porque nadie sabe realmente de que habla el otro o, en el mejor de los casos, los malentendidos están garantizados. No tiene nada de extraño que muchos profesionales de la educación se miren estos debates con abierto escepticismo, pagando el precio de ser acusados de inmovilismo o de corporativismo. La lástima es que de entre los propios profesionales no surjan suficientes planteamientos nítidos y coordinados para aclarar estos y otros tópicos con una clara orientación de futuro.

El hecho de afrontar asuntos claves para el futuro excesivamente condicionados por el peso combinado del pasado lejano y de la historia más reciente no es rasgo exclusivo de nuestras tierras. En un reciente libro de la OCDE, el (en mi caso, admirado) pensador inglés Tom
Bentley escribe que la aproximación a la reforma de la educación que predomina en los países miembros de esta organización "se basa en el mismo paradigma de gobernación de siempre y en el dominio continuado de las burocracias públicas" (Innovating to Learn, lLearning to Innovate. OECD, 2008). En general los gobiernos parecen aspirar, como máximo, a que se den las condiciones para que cada centro educativo disponga de una estrategia focalizada en la mejora de los resultados académicos y de su propio rendimiento, siempre de acuerdo con el sistema existente de gobierno y de rendición de cuentas. Y nada más. Es decir, los gobiernos buscan mejoras y plantean las actuaciones que consideran apropiadas, pero lo hacen pensando que los buenos resultados que desean se conseguirán dentro del marco constrictivo que ellos mismos y sus burocracias han edificado a lo largo de muchos años. Me permito dudar de que sea posible cuadrar este círculo.

Además, por la opinión pública se extiende la idea de que el principal criterio de éxito de la educación es que el sistema educativo de un país sea capaz de conseguir posiciones adelantadas en los informes PISA o que como mínimo progrese en esta dirección. Bentley lo expresa muy claro cuando señala que "a través de países y culturas, la definición de escuela de éxito es notablemente similar, influenciada de manera creciente por la internacionalización de las medidas e indicadores de rendimiento". A pesar de que creo en la importancia y el interés del sistema de evaluación PISA (el cual, irónicamente, posiblemente constituya la última esperanza de los constructivistas), polarizar tanto el debate educativo en este asunto y sus derivadas es, además de una tremenda simplificación, una invitación a su improductividad. Los datos de PISA se explotan hasta un nivel inaudito y parece que todo quede reducido a que los valores medios de los resultados de los estudiantes en las pruebas suban o bajen unos cuantos puntos o a comparar posiciones en el ranking internacional o autonómico. También hay delectación al observar como evoluciona el porcentaje de "fracaso escolar", dando implícitamente por supuesto que aprobar la ESO equivale a "éxito escolar". En este contexto, el sentido auténtico de la educación, el pleno desarrollo de cada alumno como persona, de sus conocimientos y valores, queda bastante alejado de los objetivos y prioridades de unos aparatos de gestión educativa y de unos comentaristas preocupados sobre todo por las macrocifras, los indicadores y los titulares de fácil lectura.

Todo ello parecería indicar que este no es un buen camino para superar el actual sistema burocrático de escolarización-educación ni tampoco para crear entornos de aprendizaje que contribuyan decisivamente a que toda la población escolar adquiera los conocimientos y las destrezas para el siglo XXI (que no sólo no son las mismas que las del último tercio del siglo XX sino que son más exigentes), además de disponer de las máximas posibilidades de formarse como personas. Sin embargo, es tanta la fuerza de los marcos de referencia tradicionales, que ni tan sólo las escuelas privadas de éxito se apartan de las formas organizativas y de los métodos reguladores del sector público (Bentley).
Bien ancladas en los conceptos y los patrones tradicionales, su éxito se basa más en el elitismo y lo predictible de sus planteamientos que no en la centralidad del alumno, la formación del carácter, la optimización de los aprendizajes y el desarrollo de la creatividad. Para complicar más las cosas, parece que de la mano de la burocracia educativa europea y estatal estamos en camino de sacralizar una visión más bien fragmentada y estrecha de las competencias, sin parar atención, como dice el prospectivo danés Feiwel Kupferberg, que a la larga la creatividad es más importante que la competencia. (No debería ser necesario pero prefiero dejar claro que es absolutamente primordial y prioritario adquirir firmemente las competencias básicas de lectura, de expresión oral y escrita y de aritmética en la educación primaria).

En definitiva, si hacemos caso de los debates actuales, parece como si el futuro de los sistemas educativos se tuviera que preparar empleando, casi de manera exclusiva, las concepciones de aprendizaje y enseñanza desarrolladas durante los siglos pasados, los modelos tradicionales de organización y los sistemas de gestión educativa despersonalizados y de masas que han caracterizado los sistemas educativos en las últimas décadas, incorporando tan sólo algunos elementos modernizadores. Respecto de esto no está de más recordar que el éxito en términos de aprendizaje del proceso de expansión de los sistemas educativos de los años 80 y 90 ha sido más bien magro (me refiero en España pero lo mismo ha sucedido en otros países). Los políticos y las burocracias que han gestionado estos procesos lo han hecho basándose en los paradigmas y en las instituciones existentes, sin pensar realmente en las necesidades y las características de los que habían sido anteriormente excluidos de la escolarización. Aquí, hace veinte años, se presupuso, me temo que sin ningún tipo de base, que los nuevos "estudiantes" encajarían sin demasiadas dificultades en las instituciones existentes y que se acoplarían al sistema académico de manera humilde y agradecida. Esta etapa, que se caracterizó por la aplicación de una legislación desprovista de sistemas efectivos de información, de organización y de liderazgo (cosas que ninguna norma ni ninguna política han solucionado hasta ahora y sin las cuales es prácticamente imposible gestionar el cambio), constituye, en mi opinión, un caso paradigmático de lo que decía al comienzo, del hecho de pensar en términos tradicionales intentando
acomodar las nuevas realidades en las inapropiadas instituciones existentes. Tanto aquí como en la banlieue saltan a la vista los resultados de insertar por la fuerza a colectivos substanciales de jóvenes en un sistema educativo que sistemáticamente les plantea situaciones en las que no pueden desarrollar un papel constructivo.

Pero este problema, a pesar de ser enorme, no es el más grave. Siguiendo el pensamiento de Bentley, el problema mayor es que las propias organizaciones educativas en su estado actual
producen fronteras que limitan las posibilidades de aprender, porque limitan el alcance de la investigación, de la interacción, de la cooperación, de la expresión personal, de la información, de la iniciativa personal y de la creatividad en las actividades de enseñanza-aprendizaje. También frenan la participación, especialmente entendida como conducción progresivamente corresponsable de la propia trayectoria académica (lo cual supondría un diálogo alumnos-profesores personalizado y sistemático que en general no existe). Y esto afecta todo el alumnado, su futuro y el de la sociedad. Este sí que es un asunto relevante.

Ferran Ruiz Tarragó

frtarrago@gmail.com

Mejorar la educación es posible

Finalizado un proyecto que me ha absorbido todo el tiempo que habría podido dedicar a escribir, vuelvo a disponer de energías para intentar reemprender el blog Notas de opinión, parado durante medio año. Como cabecera de este post aprovecho el título de un artículo que el diario El Periódico ha tenido la amabilidad de publicarme y que se puede leer en castellano y en catalán. El título "Mejorar la educación es posible" hace referencia al Centro Educativo Jacint Verdaguer de Sant Sadurní d’Anoia, que ha sido galardonado con el Premio Catalunya Educación 2008 por su planteamiento verdaderamente innovador, que ilustra que hay maneras de avanzar en el campo educativo y que hacerlo está en buena medida en manos de los profesionales de la enseñanza. Un modesto artículo no puede hacer justícia a un proyecto educativo de largo alcance, maduro y dinámico, pero sí que puede servir para decir que tenemos ejemplos próximos y potentes de como mejorar la educación, siempre teniendo puesto el foco en el alumno y aprovechando los extraordinarios instrumentos tecnológicos de nuestro tiempo. Felicidades a todos los estamentos del Jacint Verdaguer y muy especialmente a las personas que son las almas y los motores del proyecto (ellos ya saben quienes son).


Ferran Ruiz Tarragó
frtarrago@gmail.com